Arturo y la ley de correspondencia
Una noche cualquiera, Arturo llegó a casa de Emilia muy tarde en la noche, como sabía que no era hora de andar jugando, tomo pequeñas piedrecitas para tirar a su ventana, Emilia al sentir los golpecitos, despertó y se asomó. Arturo, ¿Qué sucede, que haces aquí a esta hora? Ven… quiero enseñarte algo. ¿No puede ser mañana? Mi mamá se enojara si se da cuenta que no estoy en cama. Arturo que, a nada le veía problema me dijo, pues si quieres toco y le pido permiso, a tu mamá, sonrió. Ya bajo, grite. Fui donde mamá para que estuviera enterada. Ella ya conocía a Arturo, así que con un abrazo me dijo, no tardes linda, esteré observando desde la ventana. Compárteme lo que Arturo te enseñara hoy.
Junto a la casa de Emilia, había un lago. El muelle quedada a algunos metros de distancia, Arturo la tomo de la mano y empezaron a caminar. De inmediato note que esa noche realmente era única, el cielo estaba lleno de estrellas, miles y millones de ellas brillaban incesantemente. Al llegar al muelle se sentaron, ¿Te diste cuenta de cómo la noche esta estrellada cierto? Si, dije. Es una noche maravillosa. Arturo, no miro el cielo, el fijo su mirada en el lago. Emilia solo se dio cuenta de eso, unos minutos después.
La segunda ley, la llaman ley de correspondencia, “como es arriba es abajo” Fue entonces cuando miré el lago, un enorme espejo de ese maravilloso cielo que juntos estábamos contemplando. Existen infinitos planos, dimensiones, espirales y todos se comportan de igual manera. Para nosotros el sistema solar puede ser una réplica de una célula de nuestro cuerpo, siendo esta un mismo sistema solar para otro. Por ejemplo si pudiéramos ver un huracán desde arriba, tiene la misma forma que una galaxia, un río y sus afluentes pueden dibujar lo mismo que una de nuestras venas. Somos una correspondencia de la totalidad.
Si analizamos una persona como un universo, lo que se refleja en su mundo exterior, viene de su mundo interior. Supongamos que a tu interior sientes desorden en tus pensamientos, en tu mente… te puedo asegurar que cada espacio de tu habitación sería un total caos, un desorden. De la misma manera por ejemplo en algún momento que manifiestas una enfermedad, puedes usarla para sanar aquellas programaciones que tu mente ha creado. Sana tus pensamientos, y sanaras tu cuerpo. Logra que tu cuerpo refleje ese cambio.
Esa fueron sus palabras, y aunque para mi entendimiento, no hubo mayor comprensión, me quede con su sabiduría. El silencio lleno la noche. Me llevo a casa y me agradeció por haberlo acompañado a contemplar el cielo, arriba y abajo.
¿Qué es lo que tu estas reflejando? observa... eres correspondiente con todo aquello que sucede en tu vida, recuerda que el universo es literal, sin análisis y sin sentido del humor, así que eres responsable de tu mundo, créalo desde esa vibración más alta... El amor.